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quarta-feira, 10 de agosto de 2011


LA VIDA PRIVADA DE UNA EXPOSICIÓN

El instituto Tomie Ohtake en São Paulo, recibe del día 8 de julio al 28 de agosto de 2011 una exposición de lujo de la artista francesa Louise Bourgeois (1911–2010).

O retorno do desejo proibido, con curadoría del canadiense Philip Larratt-Smith nos presenta el lado interior de la persona que a través de la artista traduce sus emociones en la resolución de una obra. Pocas veces se puede sentir y ver formas que hablan, que registran tantas áreas del universo psíquico del ser humano.

Así se lee a grandes rasgos esta propuesta donde se expone a la artista Louise Bourgeois desde los años 40’s hasta el 2009 poco antes de su fallecimiento, pasando por diversas facetas de su vasta producción. Siempre condescendiente con la sociedad y la sociedad con ella, se deslizó con elegancia por entre los convulsos y definitorios movimientos artísticos de su tiempo, en Europa y luego en los Estados Unidos, donde finalmente se radicó hasta su muerte.

Sus aportes, sobre todo en el campo de la escultura, han sido reivindicados progresivamente en la medida que la artista se convirtió en un mito por su larga carrera, tanto en amplitud de producción como en experiencia de vida, ya que vivió casi un siglo y produjo hasta el final de su vida.

En el retorno del deseo prohibido, se dividen espacio obras tridimensionales, dibujos, pinturas y textos, estos últimos formaban parte de las propiedades de la artista y han sido descubiertos algunos antes y otros después de su muerte, ellos contienen un valor documental particular por tratarse de un testimonio personal que la Bourgeois no nos legó directamente. En ellos se habla de experiencias vividas durante muchos años de tratamiento de psicoanálisis clásico, dato que en la muestra se conecta con las obras producidas bajo y/o a partir de algunos conceptos de la psiquis: conflictos de miedo, fobias, angustias, síndromes y otros tipos de aflicciones mentales que influenciaron su trabajo, lo que hace que en conjunto la muestra sea de difícil lectura, por los fuertes lazos expresivos de las obras y los estados emocionales que transmiten.

Un aparte formalista merecen los materiales que componen piezas como Rejection y The destruction of the father, tejidos, fieltros, polímeros sintéticos, cuerdas.

No falta su antológica Mamam, célebre araña homenaje sintomático a la maternidad, y otras piezas realizadas en bronce, aluminio, resinas sintéticas y madera, todos emblemas de una escultora con ojo delicado, corazón tierno y mano segura, características de uno de los últimos grandes mitos del arte moderno.


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